Este lugar me queda perfecto, cuenta con wifi, piscina al aire libre y desayuno en la habitación. En mi primera estancia, el personal me ayudó dándome direcciones sobre los lugares a los que ir. Recomiendo disfrutar de la piscina, ¡es genial! Volveré para año nuevo.

la hacienda izamal es súper chida, me encanto la arquitectura, todo amarillito y bien cuidado. la piscina está muy cool para los niños, y las habitaciones son amplias y cómodas. el personal es bien amable y se notan los detalles en la limpieza. además, tienes bicicletas pa' moverte al centro en un ratito.

pero el desayuno debería mejorar en variedad y hubo un par de enchufes en la habitación que no funcionaron.

Un lugar muy lindo para descansar

La piscina es genial, ideal para los niños y siempre limpia. Las áreas comunes son súper acogedoras y se nota que cuidan cada detalle, hasta el color amarillo clásico de Izamal. Además, el servicio es muy amable. Aunque el menú del comedor es limitado, puedes contar con el servicio de desayuno en la habitación si te da hambre.

La hacienda tiene áreas comunes muy lindas y una piscina ideal para disfrutar con los niños. Todo estaba limpio y bien cuidado. Además, la ubicación es excelente, a solo 1.5 km del centro, y hay bicicletas disponibles para pasear. Sin duda, es un lugar cómodo y con un ambiente muy acogedor.

lo recomendaría

Disfruté de la piscina, siempre limpia y perfecta para refrescarse en esos días calurosos. El desayuno en la habitación es un gran detalle, aunque me hubiera gustado un poco más de variedad. Si buscas buenos lugares para comer, Ikigai Cocina Japonesa es una joya a solo un par de pasos, y el Cafe Restaurante Los Arcos tiene un ambiente encantador y platillos deliciosos.

Pero, no puedo olvidar mencionar que faltaron toallas, algo que hubiera añadido un toque más cómodo a nuestra experiencia. Además, el olor a drenaje en ciertas áreas no fue muy agradable. Necesitan mejorar esos detalles para brillar de verdad.

las habitaciones, aunque amplias, tenían cucarachas paseando libremente. ¡qué asco! y el personal no fue nada flexible cuando regresé tarde, casi me quedo afuera. esperaba un tratamiento especial por mis molestias, pero ni una disculpa. casi escribo una buena reseña, pero no pude dejar de pensar en esos dos puntos tan desagradables.

Arquitectura como una hacienda muy bonita, piscina con diferentes profundidades, habitaciones muy amplias.

No tienen enchufes en la habitación fuera del baño!!! Los controles de la tele no sirven!!! Necesitan ser más flexibles con los horarios de salida, es frustrante tener una experiencia tan limitada.

No me gustaron las instalaciones viejas.

La piscina siempre limpia y el servicio de recepción fue muy amable. Faltó aire acondicionado trabajando.

La Hacienda en Izamal me sorprendió gratamente. La limpieza y belleza de los jardines son impresionantes. Disfruté de la piscina y de una cómoda suite donde aproveché para usar mi nueva hamaca. Sin embargo, el aire acondicionado parecía necesitar un ajuste. Aún así, volvería sin dudarlo.

no dudaría en recomendar este hotel para una breve pausa

Agradable clima, amable personal, el lugar ofrece lo esencial, como una piscina siempre limpia y segura, además de un estacionamiento accesible para disfrutar de la ciudad, que está a solo 67 km del aeropuerto.

Que no pude quedarme más tiempo

La arquitectura como una hacienda es muy bonita. La piscina es ideal, siempre limpia. No hay enchufes en la habitación fuera del baño, lo cual es un inconveniente.

El lugar cuenta con áreas comunes encantadoras y una piscina limpia, ideal para disfrutar con niños. Sin embargo, el desayuno podría mejorar en variedad, y hubo inconvenientes con la flexibilidad del horario de salida. Aún así, fue una experiencia agradable.

Las instalaciones tienen un toque rústico típico de una hacienda, lo que le da encanto al lugar. La piscina es ideal para niños, siempre limpia y con diferentes profundidades, perfecta para jugar y refrescarse. La limpieza de la habitación fue muy buena y las áreas comunes son acogedoras. Sin embargo, encontré las instalaciones un poco viejas, especialmente la televisión que no es Smart TV y tiene un control que no funcionaba del todo bien. Además, el aire acondicionado de mi habitación goteaba agua. algo que deberían revisar. El desayuno es sencillo, podrían ofrecer más opciones como huevos al gusto o pan tostado, ya que solo sirven horchata y frutas. La ubicación del hotel está un poco alejada de la parte más bonita de Izamal, aunque se puede caminar en aproximadamente 12 minutos. Un par de enchufes estarían bien, ya que solo había en el baño. Solicitamos una extensión de horario y no mostraron flexibilidad. En general, la experiencia fue buena, aunque hay varios aspectos que podrían mejorar.

La arquitectura del lugar ofrece un encanto rústico y una piscina impecablemente limpia, perfecta para disfrutar con niños. Además, las áreas comunes están bien cuidadas, con un distintivo color amarillo que resalta la estética local.

Mi experiencia se vio empañada por la falta de flexibilidad en horarios. cuando llegué tarde de una carrera, ya no me dejaron acceder a mi habitación, lo que fue frustrante. Aparte, noté cucarachas en las áreas comunes, lo que no es lo que esperas al llegar. La habitación, aunque espaciosa, dejó que desear en cuanto a limpieza, con hormigas y excremento de lagartija en la cama. Personalmente, esperaba un ambiente más cuidado y sin estos inconvenientes.